La presbicia es cuando los ojos pierden gradualmente la capacidad para ver objetos de cerca.
Para entender la presbicia, es útil comprender cómo funciona el enfoque en los ojos. Cuando miramos algo de cerca, como un libro o un teléfono móvil, los músculos que rodean el cristalino, una lente flexible dentro del ojo, se contraen y permiten que el cristalino cambie de forma para enfocar en objetos cercanos. Con el tiempo, el cristalino se vuelve menos flexible y más rígido, perdiendo la capacidad de cambiar de forma tan fácilmente.
Esta pérdida de elasticidad del cristalino es lo que causa la presbicia, haciendo que los objetos cercanos se vean borrosos.
Los síntomas de la presbicia suelen aparecer gradualmente y pueden variar de una persona a otra. Algunos de los más comunes son:
- Dificultad para leer de cerca: Uno de los síntomas más notorios de la presbicia es la necesidad de alejar los objetos para poder verlos con claridad. Esto se conoce como “síndrome de los brazos largos”, ya que las personas tienden a alejar un libro, una receta o el teléfono para poder enfocar correctamente.
- Visión borrosa en objetos cercanos: La presbicia suele causar que los objetos cercanos, como el texto pequeño, se vean borrosos. Esta borrosidad se hace más evidente al leer con poca luz o después de un día de esfuerzo visual.
- Fatiga visual: La vista cansada, dolores de cabeza o fatiga ocular son síntomas frecuentes en personas con presbicia, especialmente después de realizar actividades visuales prolongadas, como leer o trabajar en una computadora.
- Molestia al leer en condiciones de poca luz: A medida que la presbicia progresa, leer en ambientes poco iluminados se vuelve más incómodo, ya que el ojo necesita hacer un mayor esfuerzo para enfocar.
¿Quiénes pueden desarrollar presbicia?
La presbicia es una condición natural del envejecimiento visual y, por lo general, afecta a todas las personas en algún momento de su vida, usualmente a partir de los 40 años.
Sin embargo, puede manifestarse antes o después, dependiendo de factores como la genética y el estilo de vida. Las personas que ya utilizan gafas para corregir otros problemas visuales, como la miopía o la hipermetropía, pueden experimentar síntomas de presbicia de manera diferente y requieren una corrección adicional.
El tratamiento o corrección para la presbicia son la utilización de los siguientes lentes especiales:
- Lentes de lectura.
- Lentes bifocales.
- Lentes progresivos.
- Lentes de contacto.
Además de los tratamientos, existen algunos consejos que pueden ayudarte a reducir la incomodidad de la presbicia en tu vida diaria:
- Iluminación adecuada: Asegúrate de leer y realizar tareas en ambientes bien iluminados para reducir la fatiga ocular.
- Pausas visuales: Al realizar actividades que demandan un esfuerzo visual prolongado, como leer o trabajar en una computadora, es importante hacer pausas periódicas para descansar los ojos.
- Uso de gafas de calidad: Las gafas de baja calidad pueden empeorar la presbicia. Opta siempre por lentes de buena calidad y, si es posible, hechas a medida.
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